El templo parroquial de Nuestra Señora de la Antigua de la villa sevillana de Almensilla tiene posiblemente un origen mudéjar, aunque con muchas reformas durante los siglos XVIII y XIX, a las que debe sin duda su aspecto actual. Es una iglesia de tres naves con otros tantos tramos cada una, con pilares cuadrangulares y arcos de medio punto.
Las cubiertas son de madera en toda su extensión, incluido el presbiterio que tiene decoración de lacería y está precedido de un arco triunfal de medio punto.
Tiene dos portadas, estando la principal a los pies de la nave central con un arco de medio punto y rematando la fachada una espadaña con dos vanos para las campanas.
El Santo Cristo de las Penas ocupa el lugar principal del templo, presidiendo el presbiterio con un fondo marmóreo en tonos rojizos
Es un Crucificado de tamaño natural realizado en madera de álamo tallada y policromada, cuya datación podría ser la primera mitad del siglo XVI, en un período de transición.
Por ello en la Sagrada Imagen se observan algunas reminiscencias del último gótico con influencias flamencas, lo cual no es de extrañar porque fueron varios los escultores y otros artistas procedentes de Flandes que trabajaron en la Sevilla del Quinientos.
Al mismo tiempo se observan también elementos más naturalistas en algunos detalles anatómicos y en el paño de pureza, lo cual podría indicar una ejecución más tardía, en el último tercio de siglo.
Fue restaurado en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en el año 2.012, aunque se conocen o se deducen algunas intervenciones anteriores. A pesar de ello no parece que haya sufrido alteraciones muy profundas, aunque en los estudios previos a la restauración referida si se detectaron algunas fisuras y repintes, así como señales de ataques de insectos xilófagos. Todo ello quedó solventado en las instalaciones de la Cartuja, quedando actualmente una visión espléndida del Cristo.
A pesar de su gran categoría artística y devocional no es una Imagen muy conocida a nivel general. No es tampoco Titular de ninguna cofradía, caso también extraño en la provincia sevillana. Es la Parroquia la que organiza un Via Crucis anual el Viernes de Dolores, en el que recorre a hombros de los feligreses las calles principales de la localidad.